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Estrellas Alineadas

Summary:

El secreto que se venía escondiendo desde hacía varios años por fin ha salido a la luz, pero con el mundial de quidditch cerca y un nuevo año por comenzar, el grupo de chicos se prepara para la nueva aventura que el destino les depara, con los hermanos Potter siendo conscientes de que deberán enfrentar nuevas amenazas mientras continúan creciendo en un mundo que espera demasiado de ellos.

Chapter 1: Traslador

Chapter Text

Una tarde de verano, Hermione Granger sonreía mientras conversaba con Charlie y Bill Weasley, ambos pelirrojos eran los hermanos mayores de Ron y habían llegado a la madriguera debido al Mundial de Quidditch al que asistirían. Ginny, por su parte, estaba en su habitación arreglándose para cuando Harry Potter llegará mientras su madre se encargaba de preparar la comida.

— ¿Y cómo tomaste la noticia? — preguntó Charlie con una sonrisa, era en definitiva el más coqueto de los hermanos Weasley pero también el más libre.

— Siempre lo supe, pero no estaba preparada.

— Supongo que — antes de que Bill pudiera terminar de hablar, Fred apareció por la chimenea de la casa Weasley, la castaña logró ver una sonrisa traviesa en su rostro. George llegó seguido de su hermano, pero traía consigo el baúl de Harry, por lo que se acercaron a ellos, Ron apareció y luego el azabache, Hermione sonrió y caminó hasta abrazar a su hermano, no se habían visto en todo el verano pero ella había tenido oportunidad de ver a su padrino.

— Es bueno verte.

— Lo mismo digo, hermanito — Harry sonrió escuchando las palabras de su hermana, seguía siendo extraño, pero saber que tenía a alguien era justo lo que necesitaba. 

Después de que el señor Weasley llegará, regañara y encubriera a sus hijos gemelos, por darle un dulce hechizado a Dudley, la madriguera se llenó de risas y pláticas, Hermione conversaba con Ginny animadamente mientras ambas jugaban con Crookshanks. Los gemelos por su parte se habían encerrado en su habitación para crear nuevos productos, al tiempo en que Harry y Ron apostaban con Bill y Charlie sobre qué equipo ganaría en el mundial.

Entonces una lechuza negra y delgada entró por la casa Weasley para dejar una nota con Hermione, la chica la reconoció de inmediato por lo que la acarició, incluso Croockshanks solo miraba al ave cómo si estuviera acostumbrado a verlo cerca.

— Es de Draco — avisó para que sus amigos le prestaran atención mientras leía, su rostro quitó la sonrisa que tenía y cambió a una mueca de decepción. — No podrá ir con nosotros, Fudge les invitó, irán su prima, Lyra, su padre y él... Parece ser que su madre se quedará en casa.

— Qué tontería — renegó Ron en un suspiro.

— ¿Hay noticias de Pansy?

— No irá, sus padres no consideran que una señorita bien asista a cosas tan varoniles — explicó Ginny a Harry, ambos pudieron notar la mirada molesta de Ron.

A la mañana siguiente, fue Hermione la primera en despertar y prepararse; la verdad no le interesaba mucho arreglar su rizado cabello, así que solo lo amarró en una coleta y salió de la habitación para despertar a sus amigos.

— Harry, despierta — llamó la castaña mientras a su hermano, quien parecía tener una pesadilla porque sudaba frío. Entonces, los ojos verdes del chico se encontraron con los chocolate de su hermana. — ¿Estás bien?

— Sí, no es nada — contestó el azabache, pero decidió no presionarlo. La noche anterior, Hermione, Ginny y la señora Weasley se habían dado a la tarea de despertar a los chicos donde sería la castaña quien se encargaría de su hermano y Ron junto a lo gemelos mientras Ginny despertaba a Bill y Charlie, pero Molly también despertaría a Percy, pues solo ella y Arthur podían entrar en la habitación del chico.

— Fred, despierta — el pelirrojo gemelo ignoraba a la castaña que comenzó a picar su cachete. — Anda, no les volveré a ayudar a buscar libros para sus inventos.

— Eres mala — dijo el chico y se sentó tallando sus ojos, Hermione sonrió asintiendo antes de salir de la habitación. Durante el año pasado, se habían vuelto mucho más cercanos después de que la castaña le pidiera besarla por primera vez, todo con tal de saber si ambos estaban enamorados de otras personas, de más está decir que Fred aceptó sin pensarlo dos veces.

— Mamá, dicen Bill y Charlie que se aparecerán con Percy para dormir un poco más.

— Está bien, cariño — contestó Molly a su hija para después girarse a todos los presentes que ya habían bajado las escaleras. — ¡Y ustedes a comer!

El desayuno en casa de los Weasley era algo que Harry siempre amaría, porque Fred y George amaban burlarse de Percy, aún y cuando él no estuviera, Ginny conversaba de vez en cuando con él o con Hermione, de igual manera que Ron además de que amaba ver cómo Arthur y Molly siempre demostraban que después de años seguían amándose, siendo un gran ejemplo para sus hijos.

Antes de partir, la señora Weasley quitó a los gemelos todos los caramelos que logró encontrar, a excepción de aquello que Hermione tenía guardados en su mochila, se sentía mal por engañar de esa manera a Molly, pero Fred y George se los habían pedido  tiempo antes.

— ¡Aquí Arthur! — se escuchó una voz, un hombre de cabellos castaños y canosos se acercó y compartió  un abrazo con el patriarca de los Weasley.

— Amos, es bueno verte.

— Lo mismo digo, amigo — entonces abrió sus ojos sorprendido, pero con una sonrisa agradable. — ¿Son todos tuyos?

— Los pelirrojos sí, ella es Hermione... Granger y él Harry Potter, son amigos de mi hijo.

— ¿Granger? Lo siento, me recuerdas mucho a alguien — La castaña saludo educadamente mientras trataba de esconderse, habían acordado con el director Dumbledore que solo su círculo cercano de amigos y familia sabrían la verdad, con la finalidad de proteger a los señores Granger. — No lo puedo creer, Harry Potter, un placer muchacho, he escuchado grandes cosas sobre ti, especialmente en Quidditch.

En ese momento, un apuesto joven de cabellos castaños, sonrisa torcida y ojos verdes apareció, Ginny y Hermione compartieron una mirada pícara, que no pasó desapercibida por los gemelos.

— Hola señor.

— Cedric, muchacho, es bueno verte de nuevo, cuánto has crecido.

— Y vaya que es bueno, jugará para los mejores equipos, incluso le dije que le contará a sus hijos que venció a Harry Potter — Cedric se removió incómodo ante las palabras de su padre.

— Ya te dije que se cayó de su escoba, fue un accidente — excuso el castaño, después de todo, el chico pertenecía a la casa Hufflepuff. Sin embargo, su padre no parecía escucharlo.

— Los Lovegood ya están allá de igual manera los Fawcett, debemos darnos prisa — el grupo siguió a Amos Diggory hasta llegar a una vieja bota café que tuvieron que tomar y esperar a que los llevará a su destino, de no ser porque Arthur había llamado la atención de Harry el azabache se hubiera quedado sin ir.

Entonces los chicos aparecieron en el suelo, Fred y George ayudaron a Hermione y Ginny a levantarse; Arthur, Amos y Cedric aparecieron como si nada hubiera pasado y este último ayudó a Harry, no sin antes disculparse por todo lo que decía su padre. Al llegar a la tienda, los hermanos Potter observaban todo con impresión, amando cada vez más la magia, por lo que escogieron sus camas y se prepararon para el partido, las chicas, Charlie y los gemelos apoyaban a Irlanda, mientras solo Bill, Harry y Ron a Bulgaria, Arthur solo había querido asistir por ver a sus hijos, Harry y Hermione felices.