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¿Estás conmigo?

Summary:

Elm intenta dormir en su forma de bestia, pero hace demasiado frío, incluso para una divinidad como él. Eitr llega a darle un regalo.

Notes:

(See the end of the work for notes.)

Work Text:

— Mmh... — Elm, el vasallo de la ya fallecida lady Embla, se encontraba en el interior de uno de los oscuros pasillos de Askr. Le encantaba dormir en lugares oscuros, sin embargo, ya era muy tarde y el frío estaba empezando a dominar.

Era el día del Festival Invernal, una celebridad de Askr que a Elm poco y nada le importaba, aparentemente. La divinidad odiaba Askr, por supuesto, al igual que lady Embla.

En realidad no, pero sentía que tratar la tierra con cierto desdén haría sentir orgullosa a su madre, sea donde ella esté en ese momento.

— ¡Hola, Elm! — Eitr levantó la voz, saludando a su amigo en su forma de bestia en el techo. Llevaba su característico vestido blanco con azul, solo llevando una bufanda celeste decorando su cuello.

Elm abrió los ojos, observando la figura brillante de Eitr, sobretodo por los cristales que siempre flotan alrededor de ella. Bajó del techo, y volvió a su forma original.

— Hola, Eitr. ¿Qué sucede ahora?

— Noté que no estabas en el festival.

— ¿Por qué querría yo ir a ese festival? Ya fui al de la Cosecha, que era el único interesante en mi opinión.

— Quería darte un regalo... Escuché que te gusta ser niña, ¿no? Así que compré unos nuevos aretes para ti...

— ¿Eh? ¿Ser niña? No, me entendiste mal.— El pelirrojo frunció el ceño.

— ¡Oh, lo siento! — Eitr se sonrojó de la vergüenza.— Es que te escuché decir que no eras un chico.

— Tampoco soy una chica. Digamos que me gusta ser tratado con cierta... neutralidad, aunque siempre se refieren a mí como un él, cosa que me agrada.

— ¡Ah, ya entiendo! No te sientes ni mujer ni hombre, ¿verdad?

— Técnicamente.— Elm no le dió mucha importancia.

— De acuerdo... — La divinidad de Vanaheimr le sonrió.— Y... ¿te gustan estos pequeños aretes? — Eitr le enseñó la cajita negra que tenía en una de sus manos. La abrió, y cuatro brillantes aretes diminutos de oro comenzaron a relucir. Eran exactamente iguales a los viejos accesorios que Elm solía usar siempre.

— ... — Elm no pudo evitar sonreír un poco.— Son muy bonitos.— Agarró la cajita, y la guardó, con la intención de estrenar sus nuevos accesorios a la mañana siguiente .

— Me alegra que te guste, Elm... Oow... — Eitr bostezó.— Qué sueño, je, je.— De repente, comentó algo.— ¿Sabes? Mi papá me dijo que, cuando sea grande, seré reina del reino de las pesadillas. Freyja no duerme al ser ella una pesadilla, y aún así se mantiene preciosa y llena de energía. Supongo que de grande ya no tendré sueño.

— ¿Te irás?

— Sí, al cumplir veinte mil años, decretó mi padre. Pero apenas tengo dieciséis mil años.

— Ah, entiendo.

— ¿Y tú qué harás en el futuro, Elm? ¿Hay algo que te guste?

— Volver al reino de mi señora Embla; aquel reino divino lleno de oscuridad y... vivir ahí. No tengo nada más qué hacer cuando mi contrato de invocación termine, si es que llega terminar.— Puso los ojos en blanco con arrogancia.

— ¿Me vas a visitar? — Eitr lo observó con nervios.— ¿Seguirás siendo...? ¿Seguiremos siendo amigos? ¿Puedo visitarte yo también?

— ... — Elm lo pensó. Le gustaba la soledad, aunque no le gustaba sentirse solo. Siempre tuvo a lady Embla a su lado, desde que fue creado por ella. La única persona que Elm realmente tenía a su lado, era Eitr.

Eitr, la joven diosa de Vanaheimr. Su amiga.

Elm nunca pensó que, al ser invocado a Askr, conocería a su primera amistad.

— Tonta, estaré siempre contigo.

— ¿Incluso cuando deba adoptar el nombre de Freyja, reina de las pesadillas?

— La oscuridad y las pesadillas se llevan bien, ¿no? Aunque... personalmente, me gusta tu luz.

— Elm... ¡gracias por ser mi amigo! Ohhw... — Bostezó de nuevo.

Él entrecerró los ojos, también con sueño.

— ¿Te molesta si me pongo algo más cálido?

— ¿Cómo?

Una intensa luz llenó por un segundo la habitación. Eitr había adoptado su forma bestial. Su pelaje blanco la mantenía en calor. Y no solo a ella. Elm también se transformó, y ambos se durmieron en el pasillo.

Era extraño, pero muy cálido, en más de un sentido.

Notes:

Basta, amo a estos dos juntos 🐐💖🦇

Son un lindo romance adolescente! Apenas está floreciendo!

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