Chapter Text
Su nombre es Akita Neru, hace apenas dos meses que junto a su familia se ha mudado a la ciudad de Sapporo, ella cursará su último año de bachillerato en un instituto de ahí, y realmente esa chica no estaba para nada emocionada, pues al ser su último año, no habría mucho por hacer según ella. Desafortunadamente sentía que lo había perdido todo cuando se separó de sus amigas que vivían en su ciudad natal y no sólo eso, sino que también se sentía fatal por haberse ido sin poder haber confesado sus sentimientos al chico que le gustaba en aquel entonces, y para rematar se enteró que al poco tiempo ese chico se consiguió una novia. Su vida social y su posible romance adolescente se fueron por la borda.
En la semana que había empezado a ir a clases no había hecho a ninguna amistad debido a ese problema que tenía. Neru no intentó hablarle a sus compañeros de clase, ya todos ellos se conocían entre sí, y parecía que tampoco ninguno estaba interesado en querer al menos entablar una conversación con ella. La melancolía la carcomía por dentro, sin embargo tenía que ser resiliente, al menos debía enfocarse en sus estudios y mantener buenas notas.
Neru se encontraba sola en la hora del almuerzo como solía estar, hasta que repentinamente un chico bajo y rubio se acercó a ella.
—Disculpa, creo que esto te parecerá un poco raro porque estoy seguro que no me conoces de nada.—La chica volteó a verle, le daba la razón en que le parecía raro que un extraño se le acercara de esa manera.
«¿¡Y él!? ¿Qué es lo que querrá? ¿¡Será que se enamoró de mí con sólo verme y me habla para pedirme algo!? No, no, eso es raro...» Akita pensaba, estaba nerviosa por lo que el chico podría decirle, literalmente no lo conocía de nada.
—Sí, eh... ¿Qué pasa? —Muy apenas pudo sacar esas palabras de su boca.
—Bueno... Antes que nada mi nombre es Kagamine Len, soy líder del club de atletismo de este instituto y resulta que en una de tus clases de deportes te vi en una carrera y wow... ¡Eras la más rápida de todas! En ese momento supe que tenía que invitarte al club... Por favor dime qué no te has unido a ninguno.—Cuando Neru le escuchó por alguna razón se sintió más tranquila.
—Oh... No, no estoy en ningún club.
—La pregunta es directa ¿Te unirías al club de atletismo? Por fis... —El jóven puso las dos palmas de sus manos juntas en señal de que necesitaba un "sí" por respuesta.
«¿Unirme al club de atletismo? Yo pensaba unirme a algo más tranquilo como el club de literatura, pero tampoco suena tan mal, en mi primer año de secundaria estuve en el club de atletismo cuando vivía en Tohoku... Me recuerda a los buenos tiempos, además sé que las carreras no se me dan mal.»
—Bueno, no tengo nada más que perder.—Respondió, básicamente diciendo que lo aceptaba.
—¡Excelente! Nos vemos en el patio después de clases... Eh... Creo que olvidé preguntarte tu nombre.
—Akita Neru, un gusto conocerte, Lencito.—Respondió en un tono burlesco.
—¡Oye más respeto que soy el líder! — El chico exclamó y en seguida el timbre sonó.
—Seh, ahí te veré después de clases.—La rubia se levantó y con el puño le dió a Len leve golpe en el hombro. En seguida ella tomó su camino directo hacia su salón de clases, sin embargo a mitad de camino se acordó que había olvidado un libro de la siguiente materia en su casillero.
«Mierda, necesito ir a recoger esa cosa ya mismo, espero no tardar demasiado.» Ella empezó a correr directo hacia los casilleros.
Aliviada lo abrió y tomó el libro que le hacía falta. Al cerrar la puerta del casillero se dio cuenta que había una persona al lado suyo, estaba igual que ella sacando justamente también un libro. Neru miró su brazo, traía la cinta que indicaba que era presidente del consejo estudiantil, cuando esta persona cerró la puerta de su casillero volteó a ver a Neru y le sonrió, Akita quedó cautivada, vio a un chico de cabello celeste y con anteojos, su sonrisa la hizo sonrojarse de inmediato, le había parecido el chico más guapo que había visto en el instituto. Él se fue caminando a otra dirección y ella se quedó ahí parada hasta que reaccionó cuando se acordó que iba a llegar tarde a clases.
Menos mal Neru era buena corredora y llegó a clases justo a tiempo, una vez sentada y exhausta recordó nuevamente la sonrisa de aquel chico que había visto hace unos momentos.
«¿Presidente del consejo estudiantil...? E-es tan guapo... ¿Así se siente el amor a primera vista? No sé, quizás sólo fue la emoción del momento... Pe-pero hasta me hizo olvidarme de mi último desamor.»
Ella de verdad había quedado tan embobada que durante el resto de las clases no podía dejar de pensar en esa sonrisa que le había flechado por completo, es más, ella empezaba a fantasear toda una vida al lado del presidente del consejo estudiantil, desde una confesión tal cual fuera un anime shoujo, después imaginando escenarios en que ambos tenían citas y se tomaban de las manos, hasta pensó en la boda que podrían tener. Así estuvo hasta que sonó el timbre indicando que las clases habían terminado, ella volvió en sí y se acordó que tenía pendiente eso de entrar al club después de clases.
«Demonios... Ya quería imaginar como sería nuestra vida de recién casados, pero tengo que ir allá. ¿Por qué lo habré aceptado? Ahora tengo tanta flojera.» Sin ganas la jóven se levantó, y caminando muy lentamente fue hacia dónde se encontraba el patio del instituto. Cuando llegó, de lejos se encontró con Len, quién se dió cuenta que Neru había llegado.
—¡Neru! ¡Sí viniste! Por un momento pensé que no lo harías porque no te veías muy entusiasmada.—Él la miró fijamente y seguía viéndose sin ninguna pizca de emoción.—Supongo que así tienes la cara, en fin, sólo firma esto y estarás oficialmente en el club.—Len le entregó una pluma y una tabla portapapeles, ahí venía la hoja en la que Neru tenía que firmar hasta el final. En efecto, sin muchas ganas firmó y le devolvió a Len lo que le había dado. —¡Perfecto! Ahora más te vale que tengas guardado un uniforme deportivo ¡Que hay que empezar ya el entrenamiento!
—Sí, ahí tengo un cambio en mi casillero de los vestidores, ya vuelvo.— Neru se dirigió hacia los vestidores.
Una vez ahí, dejó su mochila dentro del casillero y empezó a cambiarse a su uniforme deportivo. Una vez lista antes que nada tomó su teléfono y empezó a tomarse varias fotos, de verdad le encantaba como se veía con ese look.
«Uhm... Una buena razón para haber aceptado unirme al club.» Miró su teléfono con una sonrisa y posteriormente lo guardó.
Salió nuevamente hacia el patio y se encontró con todos sus compañeros.
—Ahí viene nuestra nueva compañera, hay que dejar que se presente.—Dijo Len con entusiasmo y Neru borró por completo la sonrisa que tenía. Ella no era tan social, por lo que empezó a sentir vergüenza.
—Ho-hola, eh... Soy Akita Neru de último año.— La jóven dijo en voz baja.
—¿¡Último año!? Vaya, eres tan bajita que pensaba que eras de primero, y bueno como no te había visto antes en el instituto fue lo primero que pensé.—Respondió Len y Neru sólo le miró con una cara que sólo podía transmitir molestia, el chico lo entendió bien.— Como sea ¡Es hora del entrenamiento! Hay que empezar a hacer el calentamiento.
Neru fue tomar su lugar al lado de una compañera y empezó a hacer los ejercicios de calentamiento y estiramiento, fue entonces que se percató de un ruido y ella volteó, vio a unas chicas vestidas de porristas y ahí en medio estaba el chico que la había cautivado tanto. Parecía que tenía el mismo atuendo, sin embargo llevaba varios listones, todas las chicas seguían sus indicaciones, tal parecía que también era el líder masculino del equipo de porristas.
«E-esos movimientos... Se-se ve tan guapo... Pero ¿¡Está rodeado de mujeres!? Me siento tan celosa.» La rubia se había distraído por completo y se encontraba totalmente roja de la cara, ya ni sabía que era lo que estaba haciendo en ese momento.
—¡Neru! —Exclamó Len.
—¿¡Sí!? — Ella contestó con muchos nervios, pensaba que en ese momento el líder se había dado cuenta que no estaba haciendo bien sus ejercicios.
—¿Te gustaría participar en una carrera junto a nuestras compañeras? No es para comparar, simplemente quiero ver qué tan buena eres en esto.
—Sí, claro que sí, no me importa.—Dijo haciéndose la desinteresada, tenía que hacer como si estuviera en su ánimo de siempre para no hacer notar que estaba casi babeando por un chico que se encontraba al otro lado.
Neru fue directo a la pista dónde con sus compañeras se acomodaron para correr.
—El reto es fácil, serán un total de tres vueltas. Ya se la saben, en sus marcas... Listos... ¡Fuera! — El rubio exclamó y de inmediato hizo sonar su silbato.
Neru junto a las otras chicas empezó a correr, Akita pensaba que ya no estaba en forma, sólo hacía carreras en las clases de deportes, y aunque era la mejor de su clase, sabía que para nada se podría comparar a sus compañeras.
«Ese Len es un mentiroso, dijo que no es para comparar ¡Pero todas están ganandome por demás! ¡Y no dejo de pensar en eso!» Con ese sentimiento de furia ella empezó a correr más y más rápido hasta que finalmente pudo rebasar a una de ellas en la primera vuelta, eran en total seis y Neru ya iba en quinto lugar y así quedó en la primera vuelta. «¡Eso! Necesito más, puedo llegar al primer lugar si me lo propongo.» Neru siguió y siguió corriendo tratando de ganar más velocidad y ya había ganado la delantera a otras dos de sus compañeras, ya tenía el tercer lugar en la segunda vuelta.«¡Sí! Voy demasiado bien ¡Definitivamente soy la mejor en esto!» Neru estaba concentrada en al menos poder alcanzar el segundo lugar en la última vuelta, hasta que escuchó un ruido, vio al equipo de porristas, cuando volteó por un pequeño momento de re-ojo notó como el chico que tanto le gustaba había cruzado miradas con ella mientras estaba apoyando.«¡Sí! ¡Voy a llegar!» Y con todas sus fuerzas trató de agarrar más velocidad hasta que finalmente llegó al segundo lugar en la ronda final, en la que ya exhausta cayó hacia el suelo. Estaba haciéndose la dramática y lo hacía para llamar la atención del chico que le gustaba seguramente.
—¡No me jodas! ¡Sabía que tenía buen ojo y escogí a la corredora estrella del equipo! Akita, sí que tienes mucho potencial, y apenas vamos iniciando.—Len con emoción le extendió la mano y Neru bastante agotada con apenas y fuerzas la tomó.
—Sé que soy tan buena que los llevaré a las nacionales.— Dijo tratando de presumir el buen talento que tenía a la hora de correr.
Así pasaron varias horas en las que Neru estaba haciendo todo el entrenamiento en el club y la única razón por la que Neru lo disfrutaba era por ver al chico que le llamaba la atención. Hasta que finalmente llegó la hora de la salida.
—Siento que estoy apunto de morir, esto es el doble comparado a las clases de deportes.—La chica tomó una botella de agua y empezó a beber mientras estaba sentada en el piso.
«Tengo que admitir que la mejor parte de esto es ver entrenar a ese chico tan guapo, no podía dejar de verlo cada que tenía oportunidad, esto será el pan de cada día para mí.» Neru sentía aún más calor cuando se acordaba de su crush y empezó a echarse toda el agua en la cara.
—Oye, Akita, no es para tanto.—Le dijo el líder Kagamine que la miraba extrañado.
—Esto es placentero para mí, no lo entenderías.— Neru dijo lo primero que se le ocurrió, seguramente la hizo ver aún más rara.
—En fin, empezaste bien, espero que mañana tengas el mismo rendimiento, que tengas buena tarde.—El jóven líder se despidió y Neru se quedó ahí un momento más para descansar.
Normalmente ella siempre tardaba un poco más en entrar a los vestidores que sus compañeras, a Neru siempre le pareció incómodo cambiarse con tantas chicas al rededor suya, mientras menos fueran, mejor para ella. Una vez que Neru sintió que era el momento indicado se levantó y fue directo hacia los vestidores, para su fortuna no vio a nadie más al momento de entrar, sin embargo escuchó un ruido, definitivamente había alguien más ahí, ella trató de no darle importancia y fue hacia dónde estaba su casillero, sin embargo al ir al pasillo donde se encontraba vio una cara conocida quitándose la camisa que llevaba puesta, era el chico que le gustaba, pero se dió cuenta que "ese chico" llevaba un sostén, y aunque no tenía pechos muy grandes, notó que eran pechos femeninos, vio su figura y claramente era de lo que parecía una mujer, el chico que le gustaba era en realidad una chica.
—¿¡Eres una chica!? —Neru exclamó sin pensarlo, la presidente volteó y la miró un poco confundida.
—Uhmm, sí.—Respondió, esa voz peculiarmente aguda se lo confirmó aún más.
—¡Di-discúlpame! —Akita sin siquiera pensar en cambiarse ahí, sacó todo de su casillero y se lo llevó consigo corriendo, estaba que se moría de la vergüenza.
«Todo este tiempo estuve babeando por un mujer ¡Que vergüenza! ¿¡Y porqué rayos tuve que decir lo que pensaba en alto!? Debí parecer la persona más ridícula que alguna vez haya visto en su vida.» Ella estaba completamente roja de la vergüenza y al mismo tiempo al borde de las lágrimas.
Ese día Neru llegó rendida a su casa, todo lo que había vivido ese día en su instituto la tenía muerta en vida.
Pero, en su cabeza no dejaba de pensar algo en particular, la sonrisa de esa chica, a pesar de descubrir que su crush no era precisamente un hombre, aún seguía pensando en ella, incluso todavía tenía en mente esa escena en la que la vió quitándose su uniforme.
«Bu-bueno, no es un hombre, pero aún así es muy guapo, digo, guapa, porque es una chica, es mujer, como yo, lo sé porque la vi quitándose su camisa, ví su sostén, casi podía ver sus pechos, obvio me di cuenta que tenía una linda figura, sí, aún así... ¿¡En qué estoy pensando!? ¡Es muy raro!» En su mente resonaba lo mismo una y otra vez, todavía hasta el día siguiente en que estaba de nuevo en su entrenamiento en el club.
Estaba tan distraída en sus pensamientos mientras al mismo tiempo evitaba a toda costa ver a su compañera presidente del consejo y líder del equipo de porristas. Le causaba tanta vergüenza, sentía que lo que había ocurrido ayer le había hecho sentir mucha pena ajena, y lo peor del caso es que fue la primera vez que le dirigió la palabra. Todo esto que se estaba guardando, hacía que el desempeño de Neru fuera mucho peor que el día de ayer, ahora ella quedaba en último lugar en todas sus carreras, obviamente el líder del club se había percatado de eso.
—¡Akita! ¿¡Qué rayos te pasó!? Empeoraste mucho de un día a otro.— Dijo Kagamine un poco molesto. Neru se encontraba sentada en el piso mientras se mordía el dedo pulgar.
—Cosas de chicas, Lencito, nunca entenderías.— Neru respondió molesta.
—Ah, pues si estás en tus días tienes la opción de descansar.—Ahora él trataba de responder comprensivo y Neru sólo se molestó aún más.
—¡No es eso! E-es que me siento rara... Son sentimientos de amor, pero creo que no debería de ser así y esa persona seguro cree que soy muy muy tonta.—Por alguna razón Akita se abrió un poco respecto a eso, no tenía a nadie más a quién contarle, si le decía a la única persona que apenas y le hablaba en el instituto no sentía como que fuera a perder algo.
—¡Ay! A ver cuéntame, como líder tengo que estar al tanto de todos nuestros compañeros, y me gusta el chisme.— Len se sentó al lado de ella.
—Es que me enamoré a primera vista del presidente del consejo estudiantil sin saber que era una chica, ayer la vi cambiándose en los vestidores y dije algo estúpido frente a ella "¿¡Eres una chica!?" Pues claro, debió pensar que era obvio, y que yo soy una tonta. Y después estoy aún más confundida porque no me gustan las chicas ¡Pero ella...! No puedo dejar de pensar en ella de esa forma... Es tan raro.
—Ah, Miku, meh, sí ha habido otros alumnos y alumnas que también se han confundido, así que no es la primera vez para ella.
—¿¡La conoces!? Y... Se llama Miku.
—Sí, se llama Hatsune Miku, es una amiga de mi gemela, ella es presidente del consejo estudiantil y capitana del equipo de porristas.
—Hatsune Miku... Es un nombre muy lindo.—La rubia se cubrió la boca y se puso muy roja, Len sólo se le quedaba mirando, era muy obvio que a Neru le gustaba mucho.
—Entonces ya puedes admitir que te gusta una chica.—Él le respondió.
—¡No! Yo... Eh...
—¿Sabías que está soltera? Puedes aprovechar.
—¡Ah! ¡No me digas eso! Me gusta, pero me gusta de lejos.
—¡Ya admitiste que te gusta! El segundo paso es invitarla a salir y el tercero es que tu rendimiento en las carreras sea mucho mejor.
—Ugh, apenas y crucé palabras con ella de una manera muy tonta... Y sí que se nota que lo único que te importa es el club.—Neru le miró molesta y el chico sólo sonrió.
—¡Vamos Neru! ¡Yo te apoyo! Si empiezas rápido y directo te irá mejor, Miku es el tipo de persona que tiene muchas y muchos pretendientes por detrás, no seas como ellos y dile lo que sientes ya, así te ahorrarás de mucho.—Esas últimas palabras resonaron en la cabeza de Neru.
«Y yo justo pensaba que era raro que uno se enamorara y de repente le pida algo a la otra persona con la que nunca ha tenido una conversación, ¿Estaría tan mal si lo intento...?»
—Ah, pues... Quizás podría.—Neru se levantó.— ¡Es imposible salir más humillada de lo que lo hice ayer! Creo... —Neru salió corriendo hacia los vestidores. Seguramente Miku se encontraba ahí al último justo como ayer.
—¡Recuerda que tienes mi apoyo! —Gritó Len a lo lejos.
Una vez Neru entró a los vestidores, fue lentamente justo al pasillo donde se había encontrado ayer con Miku, y ahí estaba aquella chica bebiendo agua de su botella, Akita al mirarla se puso roja y lentamente se acercó a ella.
—Ho-hola Hatsune, sólo quería pedirte perdón por lo de ayer...—La rubia le habló de una manera muy tímida y en voz baja. Hatsune volteó a verla y dejó de beber.
—Oh tú...—Miku empezó a reír un poco.—No te preocupes, me suele pasar a menudo, no creas que me molestó o algo por el estilo.
—E-es que... No sólo era eso.—Neru con muchos nervios empezaba a juguetear con sus dedos mientras miraba hacia el piso.
—¿Pasó algo?—Aquella jóven preguntó un poco confusa, esa voz le parecía tan linda y tan suave a Neru que hacía que su corazón se acelerara más y más, si ya sabía que le gustaba, lo estaba confirmando aún más.
—Antes que nada me presento, soy Akita Neru, de último año... Lo que pasa e-es que me gustaste cuando creí que eras chico, y después descubrí que eras una chica y... No me importó, to-todavía me sigues gustando...—Neru no podía verla a los ojos todavía seguía viendo hacia el suelo.—Por eso quería preguntarte si... ¿Te gustaría salir conmigo algún día? No tiene que ser en plan romántico si quieres, pero me gustaría poder conocerte mejor, y que tú también me conozcas a mí..—Hatsune al escucharla se puso totalmente roja.
—Oh, espera necesito procesarlo todo.—Ella por alguna razón trataba de cubrir su rostro con la botella de agua que tenía, Neru al finalmente voltear a verla a la cara notó esta acción y sintió que estaba muriendo de la ternura que le causaba.—Sa-sabes, comúnmente me suelen llegar cartas de chicas diciendo que me aman y cosas de ese estilo, pero nunca nadie había sido tan directa conmigo, esto se siente tan nuevo... —Ella dejó de cubirise con la botella y la miró directamente a los ojos.— Y bien, yo... Suelo tener la agenda un poco ocupada, pero mañana después de clases estoy libre.—Neru se sintió como sin estuviera en el cielo después de que su crush aceptara salir con ella.
—¡E-es una cita! Di-disculpa... ¿Podría intercambiar números contigo?—Akita le respondió emocionada y decidida de poder tener la oportunidad de estar con la chica que le gusta.
—Oh, ¡por supuesto!—Miku aún un poco apenada sacó su celular e intercambió su número con Neru. En ese mismo instante las dos se miraban a los ojos cada que tenían oportunidad.
—¡Gracias! Yo... Te veré mañana si me confirmas.—Neru caminó hacia atrás casi tropezando por los nervios que tenía y rápidamente corrió del otro lado de los vestidores.—¡Sí!—Exclamó con mucha emoción mientras daba saltitos.
Miku claramente estando ahí también se percató de lo que hacía Neru. No la conocía fuera de que la haya visto algunas cuantas veces, sin embargo, le pareció tan lindo lo directa que fue ella.
