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Language:
Español
Stats:
Published:
2025-10-16
Updated:
2025-10-16
Words:
14,379
Chapters:
3/40
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2
Kudos:
10
Hits:
216

Anatomia de Ti

Chapter 2: Capítulo 2

Notes:

ADVERTENCIA: LOS PERSONAJES NO SON MIOS, PERTENECEN A KINNPORSCHE O EL AMOR DEL MAFIOSO POR MI. ESTE ES UN FANFICTION CROSSOVER DE DISTINTOS BL, LOS PERSONEJES NO SON DE MI AUTORIA, ESTA NOVELA ES SOLO PARA ENTRETENIMIENTO Y SIN FINES DE LUCRO. DISFRUTEN

Chapter Text

ADVERTENCIA: LOS PERSONAJES NO SON MIOS, PERTENECEN A KINNPORSCHE O EL AMOR DEL MAFIOSO POR MI. ESTE ES UN FANFICTION CROSSOVER DE DISTINTOS BL, LOS PERSONEJES NO SON DE MI AUTORIA, ESTA NOVELA ES SOLO PARA ENTRETENIMIENTO Y SIN FINES DE LUCRO. DISFRUTEN

 

Porsche estaba teniendo un día aburrido, hasta el momento de su cirugía nada había sido más excitante como abrirle el pecho a su paciente, los demás pacientes eran consultas rutinarias, más en específico omegas en compañía de sus alfas que se sorprendían de ver a un omega cardiólogo y cirujano.

—He visto sus antiguos estudios, pero necesito recetarle aspirina de cien miligramos, una diaria por un mes, y después vendrá a consulta nuevamente.

—¿Debo de seguir tomando la metformina?

—No la debe de suspender si es lo que se refiere. -miro a su computadora mientras prescribía sus medicamentos. —Señor Giancarlo, usted ya es diabético, y es propenso en este momento a que se vuelva hipertenso, debemos de cuidar y priorizar lo más posible su salud y controlar su glucosa.

—Pero es que no entiendo por qué no puedo tener la insulina.

—Señor, usted es diabético tipo dos, si fuese diabético tipo uno, no produciría insulina y entonces, si debiera de suministrarse vía intravenosa, pero en su caso no es necesario.

—Me voy a morir solo que de forma más lenta. Dígalo doctor.

—Eso no es así, para eso estoy aquí. Necesito que siga al pie de la letra lo que le estoy recetando, si usted me escucha, no tendrá ningún problema en ver a sus nietos crecer, ¿o eso no fue lo que me dijo en la cita anterior?

El hombre mayor lo miró sorprendido.

—No creí que se acordara de lo que le dije.

—Mi deber como médico, es acordarme de las cosas que me dicen mis pacientes, incluso si piensan que son insignificantes. Es sencillo, usted toma su medicamento, no consuma azúcar, en especial la Cola, y hacemos trato. Que tenga diabetes no le va a impedir vivir una vida normal, siempre y cuando se medique y no tome malas elecciones de alimentación. También quiero que haga un poco de ejercicio.

Se despidió del paciente y le extendió la receta ya terminada, mientras seguía completando el expediente. Una de las cosas de ser médico que más estresaba a Porsche, eran los expedientes que ahora tenían que ser pasados a computadora. Siempre provocaba que se rascara un poco la cabeza de los nervios, se estirará en la silla y se frotara la cara. Su estómago gruñó por un poco de alimento. ¿Cuándo fue la última vez que provo bocado? ¿hace seis horas? ¿quince horas? ¿tendrían en cafetería fruta picada? No era muy adepto a comer en la cafetería del hospital. Mirando la hora del reloj, supo que ya no encontraría el puesto de comida que le gustara, fuera del hospital.

La cafetería del hospital era un poco por decir, muy agradable visualmente. Tenía tragaluz en el techo, y ventanales grandes. Al ver el menú, opto por un sándwich de huevo, no quería comer alimentos muy pesados-su estómago estaba muy delicado- y su Cha Yen, no podía faltar. Tenía su sándwich a medio bocado cuando lo encontró el Doctor Theerapanyakul.

—Se puede saber, ¿por qué moviste mi cirugía?

Porsche ya debía saber que este día no sería tranquilo.

—Para empezar, no sé de qué estás hablando.

—Mi cirugía, la que tenía programada para hoy, ¿te suena? Por la que aparte quirófano. Me lo quitaste.

¿qué había dicho Porchay sobre los compañeros snob?

—Yo no te quité nada, la única cirugía que tenía para hoy; ya la tuve esta mañana, y mi paciente ahorita está en recuperación en terapia intensiva, muchas gracias por preocuparte. -No tenía que dejarse de este imbécil.

—Entonces ¿por qué esta tu nombre en la pizarra?

—Mi nombre no está ahí, debió de ser error de administración. ¿Por qué asumes que es mi culpa? -antes de que siguieran montando un espectáculo en plena cafetería, un agitado Pol llegó.

—Doctor Kinn, tiene reunión ahorita, me dijo que le recordara. -miró la escena al ver como Kinn estaba parado de brazos cruzados viendo a un Porsche sentado, y también con postura rígida y brazos cruzados.

—¿Qué está pasando aquí?

—Me quitó quirófano.

—Pol, ¿podrías decirle a este alfa presuntuoso, que no le quite nada?

—Lo hiciste.

—No tienes pruebas.

—Tu nombre en la pizarra, ¿te suena?

—Que no puse mi nombre ahí.

—Si no fuiste tú, quien fue.

—¿y yo que demonios voy a saber?

Doctor Kinn Anakinn Theerapanyakul se solicita su presencia en junta directiva. Doctor Kinn Anakinn Theerapanyakul se solicita su presencia en junta directiva. -la voz del megáfono sonó por todo el hospital. Porsche le hizo una sonrisa de suficiencia.

—Quiero que sepas que esto, no se va a quedar así.

Porsche atinó a hacerle un movimiento mínimo con la mano, como si su comentario no le importara. El mayor salió más enojado aún, en cuanto se fue; se relajó. Siempre era la misma situación con Kinn. Desde que se habían conocido, el alfa lo hacía enojar, no se podían ni ver y mucho menos hablarse sin enfrentarse en una lucha de egos, aunque admite para sí que parte de ese tipo de situaciones es culpa suya, el alfa no ayudaba mucho a mejorar el ambiente. Parecían niños chiquitos bailando uno al lado del otro, mientras peleaban quien era mejor; ambos cardiólogos, ambos excelentes especialistas, ambos orgullosos y sin duda ambos, tercos y obstinados.

—¿me perdí de algo? -Pete se sentó a su lado.

—Si, el imbécil como siempre, echándome la culpa de cosas que no hice.

—Aun no entiendo, ¿por qué se llevan tan mal? Por la forma que habla Khun de su hermano, siempre he pensado que es genial.

—Si. Un imbécil genial.

—Ya dime, te juro que llegue a pensar que se llevarían bien. -le tomo de su bebida con su popote, esta sería una charla muy interesante.

—Él y yo, no nos conocimos aquí. -Pete miró con interés mientras comenzaba a relatar.

Había sido un fin de semana antes de empezar a laborar en el hospital, Porsche había decidido irse al bar de Yok que estaba cerca del departamento y tomarse unos tragos, ya se imaginaba como sería de ajetreada su vida una vez que entrara a laborar. Por el internado y la especialidad, ya tenía una idea de lo desgastante que sería tener siempre el busca en mano, correr a todos lados, cirugías y turnos de corrido en los que muy probablemente no comería, pero no lo cambiaría por nada del mundo.

La música en el bar estaba sonando y todos estaban bailando. Los olores en un club nocturno siempre eran excitación, alcohol y aromas penetrantes, si no tenías experiencia en saber llevar las feromonas, sería un problema porque tendía a ser abrumador, pero no para Porsche. Haber trabajado en lugares así para pagar los estudios, lo había acostumbrado.

—Ten tesoro, te lo invito. -Yok siempre había sido una mujer beta que lo adoraba, y el sentimiento era mutuo. En ausencia de madre, muchos de los procesos de cambio de su cuerpo los vivió trabajando para el bar de Yok, pero ahora no era empleado; era un doctor especialista que se había partido el lomo trabajando. Mentiría si dijera que el detalle del whisky, no lo hizo sentir consentido.

—Gracias.

—Hoy todo lo que consumas, corre a cuenta de la casa. Estamos orgullosos de ti.

Y vaya que lo estaban. Habían visto a Porsche desvelarse estudiando en la parte de atrás del sitio cuando tenía exámenes, acabar su turno en la madrugada e irse a la escuela temprano, terminar sus tareas que a veces ellos revisaban y verlo siempre con un libro de medicina en la mano. Era un omega fuera de lo común, no era anormal que los omega quisieran estudiar, ¿pero carreras pesadas como medicina? Incluso para su época, era algo todavía sorprendente. Para cuando Porchay creció un poco más, también se puso a trabajar en el área de cocina, así que conocían a ambos hermanos para decir que valían toda la pena del mundo.

Feliz con sus tragos gratis, empezó a tomar hasta que un aroma le llego a la nariz. La mezcla de aromas en los clubes siempre era principalmente porque muchos jóvenes decidían no llevar bloqueadores, ser un poco desinhibidos, así que también era común ver omegas y alfas tomando y coqueteando. El olor que llego a sus fosas nasales era fuerte, predominante, y debía reconocerlo, delicioso. Una aroma así de exótico y afrodisiaco ¿cómo el alcohol?, merecía ver quien era el dueño. Por obviedad, sería alfa, probablemente uno dominante, y sin duda muy sexual por los matices persistentes de excitación.

Trató de ser discreto, buscando de forma instintiva al dueño, y viendo a su alrededor no se sorprendió al ver que no era el único buscando al alfa en cuestión; había más omegas sin bloqueadores. Para cuando llegó, le sorprendió ver al dueño, un hombre. El joven-adulto porque no le calculaba mayor de 27 años. Estaba recargado en la barra de forma despreocupada, no le sorprendió ver que era alto, después de todo, sería dominante ¿por qué de qué otra forma sería tan intenso su aroma? Lo que le sorprendió fue lo que siguió a continuación.

—Omega que vea, omega que uso. ¿Quién mierda quiere solo un hoyo?

El otro alfa en cuestión lo miraba orgulloso, mientras sonreía tomando su cerveza.

—Exacto. Te lo dije. Los omegas son solo para coger y ya.

—Si. Es más, ¿por qué necesitan estudiar? -parecía que la pregunta iba más para sí mismo. — Solo buscan estudiar para emparejarse con un alfa que les de la vida que quieren. Dinero, lujos y poder. Sólo nos usan, ¿qué hay de diferente en lo que hacemos?

—Es lo mismo que dije. ¿Hablaste con Vegas?

—No. Papá lo quiere. Ahorita no sé cómo sentirme.

—Agradécele, te salvo de una perra.

—¿Debería?

—Tú mismo lo dijiste, ¿no te perseguía? Sólo quería la vida que podías darle, no te quería a ti.

—Ya sé. Los omegas son unas perras en celo, y jodidamente egoístas ¿por qué creer que no buscan otra cosa?

Y quizá era porque Porsche había escuchado ese mismo cuento toda su vida. Los escuchó de su profesor de anatomía cuando estaba en la universidad y le pregunto a Pete y él, si estaban ahí para conseguir alfa, mejor se salieran de la clase y la carrera porque no deberían de llenar un asiento que estaba destinado a un estudiante que sí quisiera aprender.  Lo escuchó de su vecina anciana, cuando lo veía salir de noche a trabajar, porque nadie le daba trabajo a un omega menor de edad y tenía un hermano al cual dar de comer, lo escucho el día de su graduación con túnica y papeles en mano cuando por susurros de padres de familia los vieron a él y Pete graduarse con honores (nadie lo podía negar porque sus nombres habían sido recalcados por el director beta), de los diez mejores de la generación. Pero nada quitaba, que se enojó. Porchay solía decir que era de mecha corta, y se habían logrado controlar con el tiempo, hasta ahora.

—De seguro haz de tener el pene de oro. -ya había lanzado el primer comentario, nadie lo podía parar. Probablemente por la forma en que el alfa, se enderezo en su asiento, no imagino que de espaldas le darían una indirecta. Y se volteo. El muy maldito era sexy. Piel clara, cejas expresivas, labios fruncidos, cabello espeso y la camisa que estaba abierta a medio pecho le dejaba ver que tenía muy buenos abdominales.

—¿Me hablas a mí?

—¿Vez a algún otro alfa imbécil que quiera usar a los omegas para coger? - supo por la expresión de su contrincante que apenas lo había visto bien, parecía que en el rostro del alfa hubo un cambio de expresión. Probablemente el alcohol en el sistema no ayudo a lo que pasó a continuación.

—¿ves a algún omega que no esté interesado en coger a cambio de estatus? - miraron a su alrededor para ver como el interés, la excitación estaba reflejada en las miradas de los omegas cercanos, incluso los que venían con pareja.

—Si, yo. - su comentario sobrepuso una sonrisa en el alfa, como si hubiera dicho un chiste.

—Sólo viendo, mi cuenta bancaria y una cama, y te abres las piernas. -El sonido de la palma de su mano en la piel sobresalto tanto a Porsche, como a Kinn, y a las personas a su alrededor. ¿Acababa de darle una cachetada a un alfa que ni sabía su nombre? Si. Al perecer el ardor en su mano, y la rojez en la mejilla eran prueba de ello. ¿Lo volvería a hacer? Claro que sí.

—Y aún si hubiera visto tu cuneta, aún si hubiese omegas interesados, no te da ningún maldito derecho que te expreses de esa forma. No somos un maldito placer sexual para su servicio. Eres alfa dominante, ¿no? ¿y cómo logras eso genio? Teniendo un omega dominante en la familia, idiota. Alfa de mierda.

Hombres como Kinn le recordaban que no se había equivocado al decidir, escoger sus estudios por sobre una unión.

—¿Quién te crees que eres? - Kinn ya estaba nada de alzar la voz, cuando Time lo sujeto por el brazo y lo jaloneo.

—Un omega que sin duda no te abrirá las piernas, idiota.

—Eres un-y antes que pudiera seguir su conversación que iba en aumento, intervino su compañero.

—Vámonos. No vale la pena. -Kinn seguía replicando, mientras era arrastrado por un Time que comenzaba a pensar que no debió dejar que la conversación siguiera. Ese día Porsche se fue a la cama sintiéndose en parte victorioso, en parte triste. Personas como ese alfa, habían sido los que lo habían rechazado en el pasado.

Contrario a lo que todos piensan, Porsche quería tener cachorros, formar una familia, una manada, pero siempre había sido rechazado.

“Eres muy bonito, pero me gustan los omegas…más suaves”

“Eres genial, pero quiero un omega para la casa”

“Se ve que tienes un futuro prometedor, pero necesito que mi omega gane menos dinero que yo, ¿me explico?”

“Se ve que eres un omega líder, pero necesito a alguien que sea mi compañero, no que me opaque”

“Ya encontrarás a alguien, estoy seguro”

Ya estaba familiarizado con el sentimiento de no ser lo que los alfas quieren. A menudo en sus citas a ciegas, lo dejaban siendo el último que se fuera, mientras siempre se quedaba en la mesa, con comida en mano, y tratando que su aroma no se tornara agrio por la tristeza.

Así que en parte se alegró de jamás volver a ver al imbécil de nuevo, o tal vez no debió festejar demasiado pronto, porque ese lunes en la mañana, todo cambio para Pete como para Porsche. Habían conocido a Korn en persona, al principio Porsche creyó que era parte de recursos humanos, porque jamás les había dicho otra cosa, sólo que recepción era allá, cafetería por ahí, pediatría por donde sea que quede pediatría, y hasta el desayuno les había invitado.

—Este día dedíquense a conocer quiénes serán su equipo. ¿Se les antoja un postre? ¿café? ¿té? —Por un momento lo vieron callado pensando. –Tenemos matcha en la máquina expendedora, pero a mi gusto está muy amarga. La única razón por la que sigue aquí esa maquina es por mi hijo. Mi hijo mayor es omega también, y trabaja aquí, probablemente lo conozcan dentro de poco, se pasea por todo el hospital, es anestesiólogo. Trabajará con ustedes a menudo.

—Señor Theerapanyakul, ¿qué está haciendo? -hablo un preocupado Big. —Esto es trabajo de recursos humanos.

¿Señor Theerapanyakul? ¿Ese señor bajito, que parecía muy enérgico era el alfa de la manada y su jefe? Pete miró a Porsche, probablemente no dando crédito que el mero jefe de una reconocida manada y dueño de buena parte del hospital les estuviera dando un tour como si un día en la playa fuese.

—Bueno. Espero haberles dado un ameno tiempo y que este viejo no haya sido una molestia. -A pesar de los rumores, el señor Korn sin duda alguna era un alfa viejo, pero muy considerado, ni en sus más locos sueños ambos omegas creyeron que serían tratados con tanto respeto.

—Al contrario, señor, creo que hablo por Porsche también, al decir que estamos muy emocionados de trabajar aquí.

—Si. -Pete lo miró expectante. En su defensa, estaba nervioso, era su primer día, y ahora estaba rezando por no decir nada imprudente. —Digo, estoy muy emocionado que casi estoy sin palabras. Perdón, no se me da mucho la oratoria.

—No te preocupes, mi hijo Annakin será tu colega de departamento, espero que se lleven bien. Y tú Pete, te encontrarás mucho con Vegas. -Hizo una pausa. — No es de mañanas, ni muy platicador, pero mi sobrino es buen elemento. Acude a él si necesitas alguna ayuda.

Y como si fuera invocado, Porsche escucho una voz detrás.

—Padre ¿me buscabas?

—Kinn, sí. Te presento Pete Jakapan y Porsche Kittisawasd. Pete se integrará como nuestro nuevo ginecólogo y Porsche como tu compañero en cardiología, ellos son los jóvenes de los que les hable a ti y a tus hermanos.

Pete hizo un pequeño wai a modo de saludo cortes, pero Porsche no daba crédito a lo que sus ojos veían.

—Sawatdii.

¿el imbécil de la otra noche sería su compañero de trabajo? ¿y tenía que darle un wai a modo de respeto a ese cabron?

Kinn por su parte no daba crédito a este momento. El mundo es muy gracioso y no le cabía la menor duda, este sería su dolor de cabeza.

—Sawatdii.-No pienso hacer una escena en frente de mi padre.

Kinn miró al omega a los ojos mientras se inclinaba a modo de reto, que el omega estaba seguro, era fingido.

—Sawatdii.-Porsche miró al alfa de igual forma y con una media sonrisa de gesto burlona.

Dos podemos jugar el mismo juego

—Es todo un placer conocerlo Doctor Kittisawasd y Doctor Jakapan.

—No sabe doctor, el placer es todo nuestro ¿verdad Pete?

—Seguro. Doctor Korn, ¿escuche que tiene el nuevo equipo de cirugía?

—Una novedad, lo trajo Vegas cuando regreso de América. Mi sobrino se quiso actualizar y estudiar en Estados Unidos, pero se llevó prácticamente toda su educación en el extranjero. Que no te sorprenda si después habla en ingles por momentos, es muy inteligente, pero mi hermano y yo no descartamos que hasta sueña en inglés.

Y si Pete no hubiera estado entretenido con el señor Korn hablando de su trabajo y como se adaptaría, hubiera podido notar la mirada tensa que se daban tanto alfa como omega.

—Quiero que sepa Doctor Porsche, que me gusta que mi departamento trabaje con orden.

—Sin duda alguna Doctor Kinn, pero soy más partidario del desorden.

—Seguro.

—De todas formas, espero que nos podamos llevar bien. -La sonrisa exagerada de Kinn le dejaba saber la realidad.

—Eso espero. - y trato de hacer su sonrisa exagerada con ojos cerrados.

Púdrete.

Tu primero.

Toda la historia había acabado mientras el omega mayor tomaba juguito de manzana, y dejaba a un Pete muy estupefacto y boca abierta en medio de la cafetería. ¿por eso se llevaban tan mal? Si se lo preguntan a Pete, era inmaduro hasta para Porsche ese comportamiento infantil, que a todos los ponía los pelos de punta, pero también podía entender los motivos que lo llevaron a comportarse así; después de todo, un omega sin manada era peligroso.

—Tiene que haber algo más.

—Claro que hay más. Pero básicamente así comenzó. Y desde ahí no hemos podido parar.

—¿Ni si quiera las pases? -negó. —Trabajan juntos, por dios. Deben de hacer una tregua.

—Pete, no.

—¿por qué no le has dicho a Khun? Seguro que le pone un alto a su hermano.

—No quiero. Ya has visto como habla de su hermano. Lo adora a él y al pequeño, sería muy injusto que le diga de un día para otro lo que piensa su hermano de los omegas.

—Hablando de hermanos, Chay estaba con Khun.

—¿Se dio cuenta de nuestro malvado plan?

—No lo creo, ya debería estarme diciendo sobre el nepotismo y las consecuencias de este.

 Debían de tener cuidado.

Mientras tanto en ese mismo momento, en la parte de arriba de ellos se encontraba un apurado Macau llegando a junta, y tratando de lucir lo más normal posible.

En la sala de reuniones se encontraban miembros de la manada, así como accionistas y unos cuantos betas junto a su padre y al extremo de la mesa se encontraba su tío Korn. Hizo un pequeño saludo y entro, por lo regular esta clase de juntas se la saltaba y era Vegas quien siempre estaba presente, pero antes de ser miembros de manada, eran doctores, y tenían un compromiso con el hospital.

—Macau, ¿dónde está tu hermano? -pregunto su tío, mientras su padre desde su posición se cruzaba de brazos, aún con su uniforme puesto, incluso su tío tiene el uniforme de doctor con bata blanca.

—Tuvo una emergencia, pero no demora en llegar.

Korn asintió. Muy raras veces, su tío o su padre denotaban emociones genuinas en su rostro, pero en esta ocasión pudo notar que los brazos de su padre estaban ligeramente más flexionados, y su tío tenía una postura demasiado recta, probablemente dirigida a los accionistas que seguían metiendo presión para lo que Macau sospechaba, sería el relegar el poder.

—Como te decíamos Korn, sabemos que has sido un excelente alfa, y no dudamos que tanto con tu manada como con las acciones has sabido dirigir este hospital, a pesar de falta de compañera. -este último comentario un accionista lo tiró de manera mordaz, a veces se le olvidaba que los negocios podían ser nadar entre pirañas. —´Pero los demás exigen que metamos presión.

—Como mi padre comentaba, estas cuestiones las debemos hablar entre todos, faltan miembros de manada, mi segundo al mando esta ahorita en una situación crítica con un paciente, ¿podría esperar un poco más?

—Claro. –el beta se reacomodo incomodo en su asiento, Macau por un momento pensó que su hermano llegaría tarde, hasta que, a hora puntual, lo vio entrar de forma impecable. De cierta forma, Vegas siempre había logrado acaparar la atención. Entro en la sala y se sentó al lado de Kinn mientras saludaba de forma respetuosa.

—Espero no haberlos molestado. Tuvimos un contratiempo, pero lo solucionamos.

—Estábamos hablando sobre cuando sería la ceremonia de cambio de jefe en manada y segundo al mando.

Vegas miró fijamente a los accionistas betas. Era una falta de respeto hablar sobre la próxima sucesión si el jefe y segundo al mando seguían vivos, era como prácticamente desearles la muerte, pero típico de betas que desconocieran ciertos protocolos que van acorde a su jerarquía. La mayoría de la población beta no necesitaba vivir en manadas, pero quienes vivían en manadas conocían ciertas costumbres y tradiciones, ¿ellos de verdad creían que todo era tan fácil?

—Por el momento la ceremonia no se dará a cabo, no al menos en los próximos meses. En cuanto al comité, díganles lo que hemos estado hablando. Es una cantidad justa ¿no cree? -y tan pronto como si Korn hubiera perdido el control en la conversación lo recupero dando una leve sonrisa de suficiencia mientras que su padre sólo miraba con una ceja alzada a los intrusos.

—No vamos a vender nuestras acciones.

—Hasta donde escuché, conocí a tu esposa hace poco y dijo que quería vivir en el Cairo, ¿por qué no? La cantidad que se les ofrece por sus acciones es más de lo que pagaron en su momento sus abuelos.  Es el triple de los que se pagó inicialmente. -hablo Kan.

—En la junta directiva se habló de- pero Kinn interrumpió.

—¿Se hablo de por qué sigo sin omega? ¿Eso en qué compete a mis facultades como alfa de manada?

—Se es reconocido que un alfa que posea omega, siempre ha sido un líder excelente y da cierto equilibrio a las manada. ¿es parte de su naturaleza no?

—Y también se es conocido que es un insulto pedir una ceremonia de sucesión si todavía el líder sigue vivo.

—Las manadas están cambiando de protocolos, la mayoría está cambiando las tradiciones y los hijos están sucediendo a sus padres, ¿por qué no hacerlo en esta?

—Somos muy tradicionales, y muy apegados a nuestra parte de jerarquía. -esta vez fue el turno de Vegas de hablar. —El fundador del hospital, nuestro tatara abuelo, Pathaya, se pegó a esos lineamientos para abrir el hospital sirviendo a los seis géneros. Es la esencia misma y la visión que siempre se ha tenido. No me opongo si mi padre dice que quiere que tome su lugar, pero hasta donde tengo entendido, eso no lo compete al consejo. Lo único que les debe de importar, es el deposito que les llega mes con mes en el banco y a sus cuentas, que hasta donde tengo entendido, ha sido muy diligente.

—Estoy de acuerdo con mi primo, eso no le compete al comité y solo le compete al consejo de la manada. -Vegas lo miró un poco impresionado de que su primera interacción en meses haya sido para defenderlo. -No a ustedes. Por lo que, si creo que debemos hablar, es de lo primero. El lunes que viene se les mandara nuestra nueva propuesta para comprar sus acciones. ¿alguna otra cosa que agregar caballeros?

Negaron.

Y se fueron, y por algún motivo al irse, Macau dejo de contener el aliento.

—No les vamos a hacer caso ¿verdad?

Su padre y su tío se miraron a los ojos en una charla silenciosa y, Kinn y Vegas los miraban incrédulos.

—Papá tienes que estar bromeando.

—Korn y yo lo hemos hablado a profundidad.

—Y tanto su tío como yo, lo hemos tomado en cuenta. No creo que sus propuestas sean malas ideas. La verdad, no es algo que no se nos haya ocurrido antes. No hay nada de malo en querer cambiar tradiciones, y dentro de poco te harás cargo del hospital junto con Vegas. Sólo sería hacerlo oficial.

Vegas miró a su padre con los ojos entrecerrados, de frente.

—Ya dime lo que tramas anciano.

Y Kan quiso decirle que era su padre, pero se acordaba que de esa forma le contestaba a su padre, Agong, el abuelo de Vegas.

—Bueno, se dieron cuenta de nuestro malvado plan Korn. ¿qué hacemos?

—Seré directo Kinn, Vegas, y Macau. -miró a la sala, Khun no estaba y al lado de Macau seguía el asiento vacío.

—No planeo pasar mis últimos días de vida liderando a la manada.  Tu tío y yo merecemos estar en la playa, refrescándonos y consentir a nuestros nueros, y nuestros nietos.

—¿de verdad piensan que todo en esta vida es trabajo? Cuándo lleguen a nuestra edad y vean que se quedaron solos y sin parejas ¿cómo se sentirán después de eso?

Kinn sólo atino a masajearse la sien, nada en esta familia podría resultar normal, mientras tanto Vegas no daba crédito.

—Dejaron que esos buitres hablaran así en frente de ustedes, ¿para qué nos salieran con esto?

—Teníamos que ver como reaccionarían. Llevamos meses tratando de hablar con ustedes. Dentro de poco, se hará el baile de otoño, van a acudir los medios y la prensa.

—Y ni que lo digas papi, ya están en las revistas Cosmopolitan como los solteros más cotizados de Tailandia.

—¿en   qué momento entraste Khun? -el omega mayor, estaba como siempre con la cabeza alzada y la revista de en sus manos señalando el articulo nuevo que habían publicado sobre ellos.

—En el momento que estabas pensando en Tay, ¿verdad Macau?

Miró al mayor con enojo.

—A veces me caes mal.

—¿tú también sabias que se hablaría en la junta?

—¿y todavía dudas de mis capacidades?

—Mi tesoro. -Korn miró a Khun con adoración. Tener un hijo omega había sido su más grande regalo, era su mundo más preciado. El omega los tenía envueltos a todos en su meñique.

—Déjame ver. -en la revista, se veían que estaban los nombres de Kinn (que ocupaba el lugar número siete), de Vegas (que ocupaba el lugar número nueve) y de Kimhan (que ocupaba el número diez), que era el último lugar en la lista.

—Macau no estás. Pero en el lugar ocho esta Time. Ese no se va a casar, es seguro. El primer lugar lo lleva un funcionario, y miren, el seis es de Lian.

—¿por qué no estoy en la lista?

—Porque es TopTen, no TopEleven.  ¿por qué el lugar de Kimhan no tiene foto?

—Porque no la mande. -Todos miraron a Khun, quien sólo atinaba a ver sus uñas y tratar de descubrir que no estuvieran cuarteadas, mientras que Korn y Khun miraban a todos lados.

—Papá, ¿sabías que Khun iba a mandar nuestra información y datos a la revista?

—No lo sabía, yo se lo pedí.

—Se lo pedimos en realidad. ¿de verdad creíste que esto circularía a nivel nacional sin nuestro consentimiento?

—¿con qué fin?

—¿Acaso no es obvio? Nos están exhibiendo para traer la atención. A lo que yo quiero saber es ¿cómo Kim se salvó de no tener su foto?

—Lo descubrió e hicimos un trato. -Vegas miró a Kinn. —Ese maldito no me dijo nada.

—Y no les iba a decir nada, era parte del trato.

Korn y Kun se pararon de la mesa.

—Nosotros nos vamos, Khun, mi tesoro. ¿hiciste lo que te pedí? -el omega mayor asintió.

El alfa miró a su hijo.

—En cuanto a ustedes. Tienen quince días antes de que sea el baile de otoño y ahí se hará el anuncio, lo segundo, las acciones y lo tercero. -Korn volteo a mirar la silla vacía que en ningún momento había tenido dueño. —Hacer que Kim haga juramento de guardia de la manada.

—Como si eso fuera posible. -la ironía de Vegas estaba palpable.

Kun y Korn se fueron de la sala dejando un silencio detrás, y poco a poco la sala se fue vaciando hasta que quedaron Kinn y Vegas en la sala, y juntos.

—Kinn, quisiera hablar contigo.

—Ahora no Vegas, tengo mucho trabajo por hacer.

Y sin más, se fue de la sala dejándolo solo, mientras suspiraba de forma profunda.

Vegas no quería empezar una manada con este tipo de comienzo.

—Te va a perdonar.

—Por la forma en cómo pasó no lo creo. -El omega mayor le dio un apretón en el hombro.

—Lo hará. Algún día se dará cuenta que lo salvaste de cometer el mayor error de toda su vida. Por lo mientras, yo te lo agradezco.

Vegas lo miró con una leve sonrisa.

—¿Esto quiere decir que estamos bien?

—No, me sigues molestando, pero ya no tanto.